Boda sostenible y diferente en Bilbao – Elisa y Beñat – fotógrafo de bodas Bizkaia

Hay bodas que te sacuden, que te hacen replantearte todo lo que sabes sobre este trabajo. La de Elisa y Beñat fue una de esas. Nada de lo que viví con ellos fue convencional, y justo por eso fue tan increíble.

En apenas dos meses organizaron una boda llena de emoción, creatividad y conciencia. Una boda sostenible, íntima y divertida que empezó en los juzgados de Bilbao, con una ceremonia civil solo para los más cercanos, y que acabó… ¡en un tranvía privado, una batucada en San Mamés y una fiesta brutal en La Ribera!

Una ceremonia íntima con detalles muy personales

Elisa y Beñat se casaron el pasado 20 de mayo, en una ceremonia civil súper íntima. Allí, entre los suyos, se dieron el "sí quiero" e intercambiaron alianzas hechas a mano por Eneko Unzalu, un joyero artesano de Durango.

Después de ese primer momento tan especial, celebraron en un restaurante de los Jardines de Albia, donde la madre de la novia sorprendió a todos con mariachis. Un guiño precioso a la cultura mexicana que comparten en su familia y que tiene mucho que ver con La Cantina Tapachula, el restaurante familiar en Bilbao.

¿Un tranvía privado para los invitados? Sí, y con batucada

Hasta aquí, todo ya pintaba diferente. Pero lo mejor vino por la tarde.

A las siete en punto, San Mamés se llenó de invitados sin saber muy bien qué pasaba. Algunos pensaban que entrarían al estadio (el novio es del Athletic, y se notaba), otros tomaban algo tranquilamente… Y de pronto, ¡batucada!

Los tambores rompieron la rutina del viernes bilbaíno y, liderados por los novios, nos pusimos en marcha. ¿El destino? Un tranvía privado solo para ellos y sus 100 invitados, que los llevó directamente a La Ribera, donde continuó la fiesta.

Este gesto tan original no fue solo divertido. Fue también sostenible. Porque esa fue la esencia de esta boda: celebrar el amor sin dejar huella. Y en eso tuvo mucho que ver Aintzane Zorrilla, wedding planner de Conmemöra Eventos, que organizó cada detalle con muchísimo mimo y cabeza.

Sostenibilidad, moda circular y artesanía local

Elisa lo tenía clarísimo: quería un vestido acorde a sus valores. Lo encontró en Koopera Store, una tienda de segunda mano cerca de su casa. Era un diseño precioso de tafeta brocada que Alejandro Salas, diseñador vizcaíno, transformó en un dos piezas moderno con un ‘crop top’ y una falda con cola. Le sumaron broches, detalles hechos a mano y hasta un velo intervenido por la propia Elisa con estrellas bordadas sobre tul.

¡Hasta los pendientes eran de segunda mano! Comprados en Vinted y hechos por una artesana de Zaragoza. Beñat no se quedó atrás: su traje fue diseñado por Bund, una sastrería itinerante con un enfoque muy actual.

Todo respiraba verdad, conciencia y personalidad.

Cóctel, ceremonia sorpresa y una fiesta inolvidable

En La Ribera, mientras seguía sonando la batucada Zaratamba, se montó una fiesta espectacular. Hubo una ceremonia sorpresa organizada por sus familiares, un aurresku de honor, y un cóctel buenísimo con el sello de la casa.

El toque dulce lo pusieron los dulces de Martina de Zuricalday y la tarta de gominolas hecha por la abuela de la novia (¡una artista!). La decoración tropical fue cosa de Flores Elorz, los globos mágicos los puso La Boutique del Globo, y la música corrió a cargo de Erness al saxo y Eraso DJ, que empezó fuerte con AC/DC, como les gusta a los novios.

Ah, y Elisa se cambió de look para la noche: otro dos piezas con ‘paillettes’ plateadas y una estética brutal para cerrar con todo.

¿Qué aprendí de esta boda?

Que las bodas no tienen por qué seguir ningún guion. Que cada pareja puede (y debe) hacerla suya. Que la sostenibilidad no está reñida con la fiesta. Y que cuando todo se hace desde el corazón, el resultado es inolvidable.

Si tú también estás pensando en casarte y quieres hacer algo a tu medida, sin clichés, con sentido y emoción, estaré encantado de acompañarte con mi cámara.

📍 Trabajo como fotógrafo de bodas en Bizkaia, pero me muevo donde me lleve la historia.📸 ¿Lo hablamos? ¡Cuéntame tu plan, aunque sea una locura!